Mañana viernes visitaremos el molino de Tiscamanita para ver que
nos han dejado los duendes.
Cuento
de los duendes del molino de Tiscamanita
Érase que se era
allá en tierras
majoreras
una localidad muy
bonita
llamada Tiscamanita.
Cerca del volcán La
Gayría
un precioso molino
se erigía,
allí los molineros,
millo y trigo
para hacer el gofio,
molían.
Muchos niños y
niñas
en este pueblo
vivían,
contentos y
orgullosos
de este monumento.
De vez en cuando
visitaban
a los duendes del
molino,
que entre las vigas
del tejado
vivían
entretenidos.
Los duendes eran
divertidos
y muy buenos
cuidadores,
pues ellos se
encargaban
de cuidar este
tesoro.
Tan contentos los
duendes
estaban, que siempre
se las
ingeniaban, para
sorprender
y agradar a la
chiquillada.
Una cosa importante
tenemos que
considerar,
hay que andar
despacito,
y nunca jamás
chillar.
Son tan chinijos,
que si les gritamos
atemorizados huyen
a sus escondrijos.
Ssssssssss!
Ssssssssss!
¡ Venga chiquillos!
el cofre de los
duendes
vamos a buscar,
cargadito de
chocolates
lo vamos a
encontrar.
- ¿Por arriba?
- ¿Por abajo?
- ¿Por allá? ó
- ¿Por acá?.-
Atentamente vemos como los duendes se
esconden entre las cañas.
esconden entre las cañas.
Los duendes eran divertidos
y muy buenos cuidadores,
pues ellos se encargaban
de cuidar este tesoro.
¡ Venga chiquillos!
el cofre de los duendes
vamos a buscar,
cargadito de chocolate
lo vamos a encontrar.
También visitamos el horno de Alejandra y comimos pan de puño calentito.
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