La palabra ''finaos'', que significa ''difunto'', se refiere a esa tradición de las islas en la cual familias y amigos, niños y niñas se reúnen la tarde-noche del 31 a modo de convivencia, para compartir charlas, juegos, chistes, anécdotas y una buena comida, degustando todos aquellos frutos típicos de esta época. Así, asan castañas (fruto esencial de Los Finaos), piñas, nueces, y comen dulces típicos como el rosco de anís mientras pasan una agradable velada. Ese ambiente familiar, antiguamente, traspasaba las puertas de las casas y ya en las calles, proseguía la reunión mediante los ranchos de ánimas (agrupaciones musicales que salían el día de los Finaos y luego por Pascua de puerta en puerta con el propósito de recaudar fondos para las ánimas, destacando temáticas alusivas a la muerte, la navidad, las relaciónes sociales mediante cantos monótonos y tristes acompañados de un lento y rítmico sonsonete metálico producido por triángulos, espadas, panderos) y otros grupos de folklore que animaban a todos los vecinos en la plaza del barrio.
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